Es
cierto de que el infanticidio infantil es un acto muy cruel, pero,
estamos hablando de una estrategia para poder mantener la
supervivencia de la especie, según se ha desprendido de un estudio,
que se acaba de publicar en Journal of Theoretical Biology. Entre los
leones, por ejemplo, cuando los machos pierden la posición de
líderes, las crías que han tenido las leonas de grupo van a ser
eliminadas, de una manera feroz: el nuevo líder va a morder su
cabeza, espalda, cuello y le aplastará el abdomen. De esta manera,
las leonas van a estar preparadas para tener nuevas crías, de manera
inmediata. Y, el nuevo líder, de paso se quita a futuros
competidores por el liderazgo del grupo, en un futuro. Aunque, en
estos casos, son los machos los que matan a las crías; en el caso de
las ratas, nos encontramos que son las hembras, las que realizan esta
función. Según
ha explicado Tim Clutton-Brock, profesor de la Universidad de
Cambridge (Reino Unido) y coautor del trabajo,
estos roedores se deshacen de las crías cuando estas nacen con algún
tipo de deformidad o dan muerte a las hembras, que tienen la
desfachatez de usurpar su nido. Entre los suricatos, nos encontramos
que, los machos nunca matan a las niñas, ya que las hembras
dominantes son las que son consideradas las “asesinas” de las
crías, de sus subordinadas.
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