domingo, 15 de julio de 2012

Cada tres minutos, se derrama una porción del Ártico, del tamaño del Santiago Bernabeu



Hoy en día, la batalla más importante, para los amantes del medio ambiente, es salvar el Ártico, porque está en juego el futuro, y el presente, de uno de los pocos lugares, donde todavía existe un equilibrio natural y porque lo que vaya a suceder en el Ártico, va a determinar, de manera irremediable, el futuro de nuestro planeta. Con estos argumentos, que son muy de peso, la organización ecologista Greenpeace ha iniciado la campaña global “Salvar el Ártico”, para poder reivindicar la protección, de la última frontera intacta, que tenemos en el planeta y uno de los hábitats más ricos y, al mismo tiempo, más vulnerables, que nos podemos encontrar. El informe ha advertido que la mayor amenaza del Ártico, en la actualidad, es el cambio climático, está llevando a una rápida desaparición de la capa de hielo, que a lo largo de miles de años, se ha encargado de cubrir la superficie polar. Los combustibles fósiles, además de ser una de las causas de este deshielo, se están volviendo un “enemigo poliédrico” del Ártico a causa, de manera principal, del peligro que va a conllevar las actividades de extracción de petróleo en las gélidas aguas profundas, que caracteriza a esta zona.
Foto: fuente


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