Esta
clase de dispensadores se van a fabricar en plástico o en metal y,
si bien los vamos a poder colgar en la pared, una buena idea sería
colocarlo en el lado interno de la puerta de algún mueble, siempre
que tenga las propiedades que nos permitan hacerlo. Un caso que suele
dar bastante margen o una gran cantidad de posibilidades, es el
mueble de debajo de la pila, donde, en la mayoría de casos, se
suelen guardar los productos de limpieza.
Pero,
también, si nos gusta fabricar cosas, vamos a poder fabricar
dispensadores, empleando elementos reciclados. Y, es que, aunque los
dispensadores que podemos comprar en el mercado suelen tener un
precio bastante económico -en general, el precio no va a superar los
dos euros-, también, vamos a poder apostar por uno realizado de
manera artesanal, con objetos que tenemos en casa. Por ejemplo, la
manga de un jersey, un chándal o la pata de un pantalón van a ser
excelentes puntos de partida para poder realizar un portabolsas, que
podemos colgar en la pared. Para esto, hay que fruncir con un cordón
la abertura inferior, de tal manera que el hueco no vaya a tener más
de cinco o seis centímetros de diámetro, y vamos a lograr la
terminación con el bies de la circunferencia superior de la prenda.
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