Otra forma de reducir la contaminación que producimos, cuando empleamos el coche, es teniendo nuestro coche a punto, sobre todo, tener cuidado con la presión de las ruegas y evitar llevar mucha carga en el maletero. Para gastar una menor cantidad de combustible hay que llevar un buen planning de nuestro viaje y evitar las zonas que estén más congestionadas. También, debemos evitar los acelerones y los frenazos, llevar las ventanillas completamente cerradas, reducir el uso del aire acondicionado y debemos apagar el coche, cuando vayamos a estar parados, por un período de tiempo superior a los dos minutos. Cuando lleguemos a nuestro destino, deberías apostar por el transporte público, visitarla caminando o en bicicleta. Pero, también, podremos mejorar el gasto de carbono si nos basamos en: reducir, reutilizar y reciclar. En algunos países, por ejemplo, se pueden encontrar en los envases que compramos, el cálculo de lo que se conoce como la “carbon footprint”, que ha provocado su producción y su distribución, basándose en el mismo sistema que se emplea para calcular el valor nutricional. En España, todavía, la conciencia sobre esto es inferior.
lunes, 27 de febrero de 2012
Viajar sin contaminar (III)
Otra forma de reducir la contaminación que producimos, cuando empleamos el coche, es teniendo nuestro coche a punto, sobre todo, tener cuidado con la presión de las ruegas y evitar llevar mucha carga en el maletero. Para gastar una menor cantidad de combustible hay que llevar un buen planning de nuestro viaje y evitar las zonas que estén más congestionadas. También, debemos evitar los acelerones y los frenazos, llevar las ventanillas completamente cerradas, reducir el uso del aire acondicionado y debemos apagar el coche, cuando vayamos a estar parados, por un período de tiempo superior a los dos minutos. Cuando lleguemos a nuestro destino, deberías apostar por el transporte público, visitarla caminando o en bicicleta. Pero, también, podremos mejorar el gasto de carbono si nos basamos en: reducir, reutilizar y reciclar. En algunos países, por ejemplo, se pueden encontrar en los envases que compramos, el cálculo de lo que se conoce como la “carbon footprint”, que ha provocado su producción y su distribución, basándose en el mismo sistema que se emplea para calcular el valor nutricional. En España, todavía, la conciencia sobre esto es inferior.
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Hola Estefanía, tu blog es realmente interesante y me gustaría contar contigo para alguna colaboración en mi página web sobre turismo. Si te interesa, escríbeme ok? un saludo!
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