La
ciudad inteligente nos va a ayudar al establecimiento de un tejido
empresarial local, ya que es una importante fuente de riqueza y de
empleo, según las personas que defienden este tipo de urbe. En este
tema, nos encontramos con distintas empresas y multinacionales, que
pertenecen al sector tecnológico, han decidido apostar por el
desarrollo de servicios, que sean específicos, para poder lograr que
la ciudad sea, lo que se considera inteligente.
En
la actualidad, nos encontramos con algunos ejemplos de ciudades
inteligentes, ciudades y municipios que buscan aplicar este tipo de
idea, aunque, eso sí, dentro de sus posibilidades, creando distintos
tipos de variables, de lo que es una ciudad inteligente y ecológica.
Por ejemplo, la ciudad brasileña de Curitiba es un ejemplo muy
clásico de lo que se conoce como “ciudad inteligente”. En el año
1972, su alcalde, el importante arquitecto y urbanista Jaime Lerner,
que ha transformado la ciudad con la ayuda de la peatonalización y
el apoyo al transporte público, como base de este cambio. En
ciudades tan importantes, como es el caso de Londres y Estocolmon, la
modernización de los importantes sistemas de control de tráfico,
como es la prohibición de la entrada de los coches, que sean más
contaminantes, a los núcleos urbano, ha provocado en una gran mejor,
dentro de la calidad del aire de la ciudad. Como podemos ver, la idea
de una ciudad ecológica e inteligente, no es nada de ciencia-
ficción, sino que es una realidad.
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