A la hora de elegir la mascota, que vas a adoptar, tienes que tener en cuenta el entorno que le va a rodear, por ejemplo: si vives solo o con niños pequeños o con jóvenes, el tamaño que va a tener la vivienda, las costumbres de tu día a día, tu manera de ser y de ver la vida. También, debes tener en cuenta las limitaciones con las que te vas a encontrar y tu mascota. Un animal de compañía va a necesitar su espacio, que le des mimos, que juegues... y tienes que tener tiempo que ofrecerle. Recuerda que hay una mascota perfecta, para cada situación, para cada persona. Si eliges con responsabilidad, no te vas a arrepentir de haberle dado una oportunidad a un nuevo compañero a tu vida. Pero, si te preocupan los posibles gastos en veterinario o en alimentación, que van a implicar un nuevo miembro de la familia, es mejor que te olvides de dar este paso. Ten en cuenta que ellos te van a dar mucho, para tu salud física y psíquica, que sólo le vas a devolver una parte de ello. Adoptar una mascota va a traer una serie de beneficios, como puede ser una reducción de las enfermedades cardíacas y se va a reducir la presión arterial.
Por otro lado, en el caso de los más pequeños de la casa, van a aprender lo que es tener una responsabilidad. Hay estudios que demuestran que tener una mascota, va a aumentar la inteligencia y las habilidad sociales y cognitivas de los más pequeños de la casa. En el caso de los adolescentes, se suaviza un carácter más bien rebelde y su autoestima se verá aumentada.
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